martes, 29 de junio de 2010

APRENDER

Hace unos días Sergio Fernández planteaba en su blog varias preguntas interesantes, entre las que me impactó especialmente:


¿Qué deseo personal te pone las pilas?


Le he estado dando vueltas a la cuestión, y he llegado a la conclusión de que lo que me motiva especialmente cada día y me ayuda a seguir adelante es la necesidad de aprender.

Necesito aprender para:

  • sentirme vivo
  • sentirme humilde
  • abrir mi mente captando nuevas ideas
  • crecer como persona
  • prepararme para resolver problemas
  • descubrir nuevas pasiones
  • divertirme
  • relajarme
  • labrarme un presente y un futuro mejores
  • reflexionar
  • cuestionarme cosas
  • volver a comenzar

Y lo mejor de todo esto, es que no hay nada más cercano y asequible a cualquiera de nosotros que aprender. Tenemos la capacidad de aprender de cada persona que nos rodea, de cada cosa que vemos o sentimos, de cada momento que vivimos.


No desaprovechemos las innumerables oportunidades que se nos presentan y además GENEREMOS MÁS.


¿Os apuntáis?

domingo, 27 de junio de 2010

UN LIBRO A LA SEMANA _3 Y 4

En este post de hoy, os sugiero dos extraordinarias lecturas.

Los libros generalmente reflejan el carácter de quien los escribe, y “Vivir sin jefe” de Sergio Fernández no es una excepción: ¡pensamiento positivo! Este libro recorre, a través de cinco bloques, cuáles son los cincuenta errores más habituales en un emprendedor. Como dice Juan Carlos Cubeiro en la introducción del libro parafraseando a Einstein “la verdadera crisis es la crisis de la incompetencia”.

  • Errores comunes en la planificación de tu trabajo
  • Errores frecuentes en el trabajo del día a día
  • Errores frecuentes en las relaciones con otras personas
  • Errores en la relación con uno mismo
  • Errores frecuentes cuando dejamos de trabajar

Es de agradecer que el enfoque del libro se centre en eso, en los errores. Habitualmente los libros nos dicen qué es lo que tenemos que hacer, cuáles son las claves del éxito. Y sin embargo en pocas ocasiones nos encontramos con enfoques que desde la lectura del error nos muestren enseñanzas positivas. ¡Y este es uno de ellos!

Así que independientemente de que tengas ganas de montarte por tu cuenta o no, este libro te ayuda a cuestionarte el modo de vida que llevamos actualmente, tu papel como actor principal en el desarrollo de tu presente y de tu futuro: ¡sin excusas!

El segundo de los libros que me permito recomendaros es “Buyology” del gurú del márketing Martin Lindstrom.

¿Habéis pensado alguna vez por qué actuamos como lo hacemos cuando vamos de tiendas? ¿Qué nos lleva a elegir unos productos en detrimento de otros?

Pues de forma más que amena (el libro te atrapa y no puedes dejarlo hasta haber devorado la última de las páginas) Lindstrom, nos da un paseo por los caminos del incipiente neuromárketing: donde ciencia y márketing se unen para dar explicaciones a nuestro comportamiento como consumidores.

Se repasan aspectos como la publicidad por emplazamiento y su efecto sobre el espectador, nuestras neuronas espejo y cómo nos sentimos aceptados cuando imitamos comportamientos. El misterio de los mensajes subliminales. Nuestro lado más irracional: rituales y supersticiones que nos llevan a comprar. Los marcadores somáticos o formas rápidas de asociación y recuerdo que utiliza nuestra memoria, el sexo en la publicidad... ¿A que os morís de ganas de tener este libro entre vuestras manos?

¡Pues no tardéis demasiado, porque él también os está esperando a vosotros!

sábado, 26 de junio de 2010

MÁS SOBRE EMOCIONES...

En la Universidad de Princeton, al norte del estado de Texas, un grupo de psicólogos realizó un experimento con un grupo de estudiantes elegidos de forma aleatoria. Se les ofreció escoger entre dos cheques regalo de Amazon.com, el primero de ellos de 15$ a disfrutar de manera inmediata, y el siguiente a disfrutar pasadas dos semanas, por un importe de 20$. ¿Intuís cuál fue el resultado? Pues que un grupo importante de ellos se decantaron por la recompensa inmediata: las emociones primaron.


¿Qué hace que el quiero venza al debería, y que nuestra parte irracional prime sobre nuestro lado racional?


En Economía Conductual hay dos teorías que nos pueden ayudar a aclarar esto.


Por un lado, el Modelo de Procesamiento Dual, de Thaler y Shefrin, en el que se nos explica que dentro de cada uno de nosotros existe un elemento planificador y racional, y otro elemento ejecutor que es miope a las consecuencias futuras que nuestras decisiones pueden llegar a tener, donde prima optar por la alternativa que nos aporta más valor en el momento presente.


La segunda de las teorías es la Teoría del Descuento Hiperbólico”, en base a la cual tendemos a devaluar de forma generalizada el futuro y preferimos una recompensa inmediata aunque el valor de la misma sea menor. Por ejemplo, volviendo al ejemplo anterior, el resultado de elegir entre la opción de un cheque regalo inmediato por valor de 15$ frente a otro de 20$, a disfrutar en el momento actual o dentro de dos semanas respectivamente, no hubiese sido la misma si ambas opciones se hubiesen planteado a disfrutar dentro de 50 semanas o de 52. El descuento es más pronunciado cuanto más próximo está el horizonte temporal del resultado. O dicho de otro modo, el quiero vence al debería cuando el tiempo es tan próximo que las personas casi pueden imaginar que tienen su cheque regalo por valor de 15$.


Estudios de imágenes cerebrales señalan que la posibilidad de poder disfrutar de algo ¡ahora mismo! genera activaciones en la zona límbica, que es responsable de las emociones y la memoria.


¿Y dónde nos lleva todo esto?


Pues a reconocer que aunque nuestra parte racional sabe los efectos perjudiciales que algunas de nuestras decisiones pueden conllevar, nuestra fuerza de voluntad no es lo suficientemente fuerte como para evitar que las hagamos, o como decía O. Wilde: “puedo resistirlo todo menos la tentación”.


Aunque también la Economía Conductual nos ofrece un elemento de ayuda con su Teoría de los Puntos de Decisión: intervenciones externas que nos ayuden a detenernos y reflexionar sobre nuestra decisión, introduciendo costes de transacción y echar una mano a nuestro yo planificador frente a nuestro yo ejecutor. Por ejemplo, imagina que cuando estás a punto de comprar ese conjunto de ropa de la marca que tanto te agrada, llega un mensaje a tu móvil que te recuerda que dentro de unos días llegará tu próximo recibo de la hipoteca. ¿¡Vaya faena, no!?


¿Parece sencillo, verdad? Pues conviene no olvidarlo cada vez que nos encontremos a punto de ser vencidos por nuestro lado ejecutor. ¡Un punto de decisión, por favor!

domingo, 20 de junio de 2010

EL FACTOR EMOCIONAL

¡Diferenciación! Uno de los conceptos más repetidos en cualquier libro de márketing que se precie: mercados cada vez más saturados, con productos que son más difíciles de percibir como únicos entre el amplio abanico de oferta existente. Si a esto añadimos un entorno económico poco favorable como el actual, el resultado puede ser demoledor.

Una de las estrategias que últimamente más se emplea para conseguirla es recurrir al factor emocional como argumento de venta. Ya no sólo basta con ofrecer un producto que satisfaga las necesidades del cliente, sino que además hay que conseguir que el proceso de compra y consumo del mismo nos lleve un paso más allá. Hay que conseguir añadir valor y ofrecer toda una experiencia de ello. Que cada vez que pensemos en el producto o servicio adquirido, lo asociemos con una emoción memorable y personal.

Obviamente, antes de aplicar una estrategia en este sentido, habrá que sopesar si el esfuerzo que se va a invertir en esto se ajusta a la tipología de cliente mayoritario del producto, pero no obstante, ¿quien nos iba a decir hace unos años que un anuncio de una marca de ordenadores iba a incorporar las emociones como argumento de venta y diferenciación?

http://www.youtube.com/watch?v=4oAB83Z1ydE&feature=related

Ahora muchas marcas recurren a aspectos emocionales para añadir valor al producto clásico. El hedonismo del cliente cada vez adquiere más relevancia en la carrera hacia la venta. Basta pensar en algunos anuncios como Coca Cola, Audi, BMW, APPLE, PEPSI, cualquier perfume, una cerveza...

Pero esta estrategia de diferenciación, no sólo se centra en los atributos hedonistas del producto, sino que también acompañan cada vez más la propia experiencia de compra, de tal modo que el contexto en el que se ofrece el producto adquiere también un papel cada vez más importante, generando en el potencial cliente experiencias únicas que éste asocia al producto en sí. Por ejemplo, una marca de coches 4x4 puede ofrecer a los potenciales clientes la posibilidad de probar el vehículo en una pista de pruebas, lo que hace del proceso de compra una experiencia diferencia de la de los competidores. Starbucks ofrece sus cafés a un precio mayor que los de la competencia, brindando un espacio más cómodo al cliente, con conexión wifi, que el cliente percibe como valor añadido al producto.

Steve Jobs fue preguntado sobre las ventajas que ofrecía el nuevo sistema operativo MAC OS X y su respuesta fue: “Hemos hecho que los botones tengan tan buena pinta en pantalla que te apetecerá chuparlos”.

Así que no olvidemos el peso que las emociones tienen en nuestra toma de decisiones. Es un interesante elemento de diferenciación.

sábado, 19 de junio de 2010

UN LIBRO A LA SEMANA _2

¿Creéis que los espíritus de algunos de los principales economistas de la historia, podrían ayudar a un grupo de políticos a salir airosos de su estancia obligada en una isla desierta?


Si queréis descubrirlo, tendréis que leer “Mil millones de mejillones” de Fernando Trías de Bes.

Con esta historia de transfondo, se explican de forma sencilla conceptos que viene bien tener muy presentes:

  • El crecimiento económico y la división del trabajo
  • La necesidad de intercambio, la libre competencia y la ventaja comparativa
  • El marxismo y las revoluciones sociales
  • La oferta monetaria y la inflación
  • La intervención del Estado en la economía
  • Demografía y limitación de los recursos
  • Y por supuesto, las burbujas económicas y la especulación


Así que si la economía os da cierta pereza pero os interesa introduciros de forma divertida en un aspecto tan apasionante del conocimiento, este libro puede ser un buen comienzo.

¿Mística?

Integridad: Cualidad de íntegro. Dicho de una persona: Recta, proba, intachable.

Sigo dando vueltas a la idea que Angels refleja en un comentario en el blog sobre la recomendación del libro de Álex Rovira: “La buena crisis”.

http://cincominutosdetumejoractivo.blogspot.com/2010/06/un-libro-la-semana.html#comments

Cada vez más, nos encaminamos hacia una economía donde el individuo gana peso frente a las organizaciones, y donde cada vez se confiere más importancia a la creatividad y no al encorsetamiento. En este sentido, ya sea desde el desarrollo de una actividad como empleado o como emprendedor, gana peso específico la confianza que generemos en nuestro entorno. Esta confianza es un pilar fundamental sobre el que se asientan las relaciones comerciales y personales que creamos a nuestro alrededor. Y para generarla, no nos queda más remedio que actuar de forma íntegra.

Y es en este punto donde enlazo con la reflexión que no para de dar vueltas en mi cabeza: las soluciones concretas y palpables en un momento como este, pasan por ser mejores personas. Nuestro crecimiento personal o profesional no puede separarse de valores como el esfuerzo, el trabajo, la honradez, la integridad, el amor... (que cada uno siga añadiendo los suyos). No hay mayor fuente de enriquecimiento que sentirnos cada día un poco más humanos, un poco más próximos a los demás.

¿Mística? Tal vez haya algo de esto... ¡y que no nos falte!

domingo, 13 de junio de 2010

UN LIBRO A LA SEMANA

Entre los objetivos para esta segunda mitad del año, he incluido el de leer un libro a la semana. Y una forma interesante de obligarme a pensar sobre lo leído es la de dedicarle un espacio en el blog. Seguro que compartiéndolo con vosotros, será más fácil y gratificante.

¡Pues adelante!

El primero de los libros es “La buena crisis” de Álex Rovira.

Simplemente me parece un libro excepcionalmente lúcido, de los que hay que tener bien a mano para recurrir a él cuando necesitemos un soplo de aire fresco, un empujón que nos ayude a ver lo positivo que este tipo de situaciones nos brindan. Como Jordi Pigem dice en la introducción del libro “toda crisis es una oportunidad de sanación”. Una crisis que nos permita reinventarnos como personas, pasando del querer tener al querer ser: “Lo que hoy es una aparente desgracia puede convertirse mañana en la circunstancia que definió una inflexión hacia la consciencia, la calidad, la humanidad, la ética y la belleza”.

Y todo haciendo uso de la mejor de las herramientas de las que disponemos: el amor.

Reescribo algunas de las preguntas que nos pueden ayudar a reflexionar acerca de la crisis:

“¿No será que, en realidad, lo que estamos viviendo es una crisis de consciencia?”
“¿Estás seguro de que estarás vivo dentro de veinte segundos?”
“¿Qué puedo hacer hoy para vivir este día, vivirlo a fondo?”
“¿Queremos ser causas o efectos?”
“¿Esperas a que te afecten las circunstancias o elaboras tu propio camino?”
“¿Qué harías si no tuvieras miedo?”
“¿Dentro de ti, no existe la voluntad de procurar un mundo mejor para nosotros mismos y para los demás?”
“¿Qué es lo que te haría saltar de la cama a primera hora movido por el deseo?”
“¿Qué has vencido gracias al amor?”

Y algunas de las frases que a modo de pistas, nos pueden llevar a responderlas:

“Dudar no solo te ayuda a crecer, sino que te libera de la obligación de estar siempre en lo cierto”.
“La crítica no es agradable, pero es necesaria y cumple la misma función que el dolor en el cuerpo humano”.
“Lo esencial es invisible a los ojos. Sólo se ve con el corazón”.
“Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia”.
“El conocimiento te ayudará a ganarte la vida; la sabiduría, a construirla”.
“No sé que pasará, pero intentaré sobrepasar con amabilidad y habilidad cada adversidad, circunstancia y dificultad que aparezca en mi vida”.
“Cuando mi sufrimiento aumentó, me di cuenta de que sólo había dos maneras de afrontar la situación: reaccionar con amargura o transformar este sufrimiento en una fuerza creativa. Y elegí este último camino”.
“He fallado una y otra vez en mi vida y eso es exactamente lo que ha fundamentado mi éxito”.
“Si no puedes cambiar, es que estás muerto”.
“No eres lo que dices, eres lo que haces”.
“El hombre es el ser que siempre decide lo que es”.
“Vivir las experiencias que nos ofrece la vida es obligatorio, sufrirlas o gozarlas es opcional”.


Seguro que ya deseáis que llegue mañana para ir a la librería y crecer con la lectura de este libro. ¿¡A qué esperáis!?

martes, 8 de junio de 2010

TODO está interrelacionado CON TODO

Mirando entre algunos de los libros que descansan sobre las estanterías de la librería de casa, he tenido el acierto (quizá ha sido él quien se ha reencontrado conmigo) de releer algunas de las páginas del libro: “Adaptarse a la marea” de Eduard Punset, en el que, entre otras cosas, se elogia la vocación multidisciplinar de aquellos que anticipándose a competidores quizás más especializados, han sido capaces de obtener mejores resultados.


Igualmente, y reafirmando la idea de que todo está relacionado con todo, leo el artículo de Fernando Trías “Un mundo de etiquetas”, donde se vuelve a profundizar en esta idea.


Y es que en un entorno donde cada vez adquiere mayor importancia el grado de especialización en alguna disciplina, ¿es necesario renunciar a la visión de conjunto, más variada y enriquecedora que nos ofrece lo multidisciplinar? ¿Al grado de innovación que nos permite?

Estoy convencido de que no. Y os invito ha no conformaos con ser buenos sólo en una cosa. Se hace imprescindible desarrollar muchas más habilidades que nos faciliten una visión global mucho más nítida, y que a la vez nos posibiliten introducir aspectos innovadores en aquello en lo que nos consideramos especialistas.


Parafraseando al profesor Keating en la excepcional “El club de los poetas muertos” debemos de mirar constantemente las cosas de un modo diferente... pues eso: ¡vocación multidisciplinar!

domingo, 6 de junio de 2010

Se abre una ventana

Ayer fue un sábado trepidante. Dediqué el día a escuchar y reflexionar. Escuchaba a Raimon Samsó y Sergio Fernández, en un seminario sobre emprendedores al que tuve la buena suerte de asistir en Barcelona. Reflexionaba sobre las ideas de impacto que transmitían y la energía positiva que las cargaba. En uno de los ejercicios se nos planteaba escribir nuestros objetivos hasta final de año y el primero que asomó por mi cabeza fue plasmar en un blog algunas de mis inquietudes.

Así que aquí estoy delante del mac, ordenando ideas y con toneladas de ilusión ante este nuevo reto.

Y antes de seguir adelante, me planteo tres preguntas:

¿Por qué hacer este blog? ¿Para qué tiene que existir?

Quiero compartir con los demás mi forma de entender las cosas. Reflexionar acerca de conceptos relacionados con la economía, las finanzas personales, los negocios o el desarrollo personal, que nos asaltan cada día y a los que a veces no damos la importancia que se merecen y que nos ayudan a entender mucho mejor nuestro entorno.

¿Qué espero conseguir?

Que las ideas que transmita sean mucho más grandes que yo. Ayudar, a partir de mi realidad y mis campos de interés, a los demás a ser más curiosos... a querer ahondar en la sencillez que hay detrás de lo que vemos y nos muestran. Hacer pasar un buen rato a aquellos que dediquen unos minutos del día a leer este blog.

¿Sobre qué valores?

La honestidad conmigo mismo
El sentido de la responsabilidad para con los demás
La calidad de las aportaciones
El compromiso de hacer algo que aporte valor no sólo a mi que escribo, sino también a los que me dedicáis unos minutos de vuestro tiempo.


Nos leemos dentro de poco...