lunes, 2 de agosto de 2010

Anclas

¿Crees que la población de Turquía supera los 5 millones de habitantes? ¿Puedes estimar su población?

Ahora repetiré la pregunta de otro modo: ¿crees que la población de Turquía supera los 65 millones de habitantes? ¿Puedes estimar su población?

Es curioso, pero las respuestas que se obtienen a la misma pregunta, formuladas con un valor numérico de referencia diferente, obtienen resultados dispares.

Este sencillo experimento se realizó por parte de Tversky y Kahneman a dos grupos y en el primer caso, la estimación de población estaba en torno a los 16 millones, mientras que en el segundo de los casos, la población se estimó en 35 millones.

A este fenómeno se le denomina anclaje, y como puedes ver, consiste en que al estimar un valor desconocido, éste se verá influenciado por cualquier número que tengamos en mente, por muy arbitrario que sea, y que ejercerá sobre nosotros una especial atracción.

En otro post, ya hablé del efecto de las creencias limitantes, y como introduciendo costes de oportunidad podíamos incentivarnos para superarlas.

Pues bien, en relación con esto, los abanicos de creencias limitantes actúan sobre nosotros como un ancla, aunque en este caso no nominal, pero si llevándonos hacia la inacción, el conservadurismo y la derrota por el miedo.

Cuando un barco parte para iniciar una ruta, un nuevo viaje hacia un destino conocido o ignoto, no tiene más remedio que levar anclas. ¿Y tú? ¿Quieres seguir tu viaje anclado a tus creencias limitantes, o prefieres levarlas y aumentar tu velocidad de crucero?

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