lunes, 20 de junio de 2011

A vueltas con la crisis


Buscar excusas es cómodo. Encontrar a algo o alguien ajeno a nosotros al que poder señalar es fácil. Ver fuera al responsable de nuestros males relaja nuestras mentes y nos sentimos como si nos quitasen un peso de encima. Pero es poco honesto, poco constructivo y la mejor manera posible de volver a repetir nuestros errores.

La crisis que nos afecta tiene su origen en la falta de valores. Todos somos corresponsables de la situación actual a la que hemos llegado. Sin un análisis sereno, honesto y reflexivo de nuestras actitudes en los últimos años nos será imposible que lo que está pasando ahora no vuelva a ocurrir cuando estemos invitados a una nueva fiesta de crecimiento económico.


A lo largo de la historia los episodios de crisis tras crecimientos especulativos de la economía son habituales. No podemos conformarnos con culpar SÓLO a una parte de los que estaban en la fiesta. El resto también nos emborrachamos. Y si no analizamos nuestra manera de actuar individualmente y no nos comprometemos con nosotros mismos y los demás a mejorarla, los tiempos de resaca se volverán a repetir.


Ojalá esto nos sirva para ser más exigentes con nosotros mismos, y proyectar en los demás aquello que individualmente hemos mejorado.


Por el triunfo de la coherencia.

4 comentarios:

  1. Efectivamente, todos nos emborrachamos.

    El problema es que si se emborracha el ciudadano de a pie, paga él las consecuencias. Pero si la paga el que lleva el autobús, las pagan muchos inocentes.

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  2. En efecto Rafa, y para eso están las leyes que han de servir para castigar a aquellos que cometen actos ilícitos.

    Lo que intento decir va más allá de todo eso. Un país en que según las últimas estimaciones existe un valor de economía sumergida del 25% del PIB tiene un problema serio de valores y actitudes. La típica pregunta que te hace el fontanero después de hacer su faena: ¿con factura? es muy sintomática de nuestra manera de actuar.

    Es ahí donde reside una parte importante de nuestros problemas. Y es esa una de las principales cosas que hemos de cambiar. Si no lo hacemos volveremos a caer una y otra vez.

    De nuevo, gracias por tus comentarios.

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  3. Acabo de leer: Ordóñez(BDE): “Algunos directivos de cajas tienen que ir desapareciendo”.
    No será más culpa de estos, que de nuestra incoherencia?

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  4. El cambio de mentalidad (desesperadamente necesaria) creo que tiene que nacer en la familia, es donde mejor puede arraigar en la personalidad ,la justicia, la igualdad, el esfuerzo, la legalidad, la honrradez, la AUTOCRITICA, etc. Ser ferreo pero justo a la vez, ser padre pero tambien maestro.

    No tenemos que ser padres muy ilustrados, solo honrrados, justos y dar ejemplo, por pequeños detalles se "alimenta" una persona en formacion para bien o mal.

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