miércoles, 20 de octubre de 2010

Información (o desinformación)

Actualmente los medios tecnológicos a nuestra disposición nos permiten acceder casi de forma inmediata a ingentes cantidades de información. Por supuesto y como siempre, gestionarla y procesarla requiere nuestro esfuerzo, lo que a su vez se traduce en nuestro tiempo.

Curiosamente, si hacemos el ejercicio de cuantificar qué hacemos a lo largo del día con nuestro tiempo, podemos llevarnos alguna sorpresa. Es posible que dediquemos más de lo que nos esperamos a actividades que pueden ser prescindibles o no tan necesarias de nuestra atención como hasta ahora.

Estamos aquí dos días, cuántas veces no hemos escuchado esta frase, así que de ti depende dedicar tu tiempo a actividades que contribuyan a tu crecimiento personal (pero que piden a cambio tu esfuerzo y dedicación) o dedicarte a conocer cuáles son los últimos comentarios de Belén Esteban sobre los problemas que nos acucian.

Tú decides...

1 comentario:

  1. Ante tal torrente de información cada vez resulta más difícil separar la mies de la paja.
    Yo prefiero recurrir a fuentes que filtran ese manantial. No es casual que cada vez se vea menos la tele por la vía tradicional y más por internet. Aquí la elección sí es posible. Cuando definimos libertad como la posibilidad de elección ante un evento cuantos más puntos de vista más rica será nuestra opción

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