jueves, 14 de octubre de 2010

Crisis y Oportunidad


Vivimos una crisis económica. Nada que no sepamos. Numerosos libros, documentales, expertos... que analizan sus causas. Está bien, pero creo que no nos basta sólo con eso. Esta crisis también es una crisis de valores. Nos hemos equivocado. Todos. Nos hemos dejado llevar por la algarabía de la fiesta y en raras ocasiones hemos cuestionado cómo lo estábamos viviendo.

Pero lo bueno de la crisis es que nos permite replantearnos muchas cosas. Empezando por nuestra manera de actuar. Por ejemplo, reducimos el gasto y lo reorientamos y redirigimos a adquirir productos en los que buscamos una mejor relación calidad/precio, valoramos más el servicio postventa, el número de pagos con tarjeta de crédito se reduce, ahorramos más, en definitiva, tendemos a vivir más de acuerdo con nuestros ingresos reales y no con una falsa sensación de riqueza.

Dentro de cada crisis hay latentes un sin fin de oportunidades. Sólo hemos de ser capaces de verlas o de crearlas. Aprovecharemos esta crisis y las que estén por venir, para replantearnos nuestra forma de hacer las cosas, y buscaremos la manera de mejorar. Porque al fin y al cabo, de eso se trata, de no dejar de aprender con lo que nos sucede y aprovecharlo para crecer como personas: en lo bueno y en lo malo.


3 comentarios:

  1. Parece que saldremos de la crisis al darnos cuenta que el economicismo solo es una forma de mesura en un aspecto muy limitado de lo que es el global de la actividad humana. Qué os parece si un economista hubiera dirigido el programa de la llegada a la luna por el hombre?
    Algunos iconos que la sociedad venera como becerros áureos son tan frágiles como las bases que lo sustentan.

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  2. ¿Y si esta crisis no fuese sino el final de una etapa y no un mero obstáculo?
    El Helenismo comenzó considerándose una crisis de valores y terminó con la caída de la idea que todos tenemos del clasicismo griego (Pericles, Partenón, triunfo de la Democracia)
    El Barroco se consideró durante medio siglo una crisis de los valores renacentistas (Antrocentrismo) y terminó con la explosión rococó, el exceso de las Cortes europeas (Luis XVI) y tuvo como desenlance la Revolución francesa. Tras 7 millones de años de involución, debemos aceptar, por mucho que nos pese, que nuestra especie sólo es capaz de asimilar los cambios mediante las "Crisis", por lo que desde aquí grito a los cuatro vientos... BIENVENIDA CRISIS.. ¿QUÉ NOS TRAES DE NUEVO?

    Javier.

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  3. Qué gran satisfacción produce leer vuestros comentarios. Siempre interesantes y muy bienvenidos.

    ¡Muchas gracias!

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