viernes, 21 de diciembre de 2012

El valor de correr

 
Más de un valor podemos encontrar en algo tan sencillo y gratificante como correr...

Espíritu de superación, cuando el primer pensamiento que acude a tu cabeza cuando acabas una carrera, sea el de mejorar el tiempo y las sensaciones para la siguiente.
Constancia y perseverancia, cuando suena el despertador un domingo a las siete de la mañana y te levantas, en lugar de seguir arropado en la cama un rato más, porque tienes que hacer la tirada larga de la semana.
Compañerismo, cuando un compañero de entrenamientos tira de ti en unas series y te anima, y saca lo mejor de ti, mientras corre a tu lado.
Esfuerzo, cuando al acabar la semana compruebas que has completado los kilómetros de rodaje esperados, en busca de tu objetivo.
Voluntad, cuando te planteas y visualizas ese objetivo y empiezas a planificar tus entrenamientos para conseguirlo.
Determinación y motivación, cuando sabes que durante los días de frío y lluvia que se avecinan seguirás saliendo a entrenar.
Ilusión, cuando compruebas que el esfuerzo ha valido la pena, que cruzas la meta cumpliendo tu objetivo, y lo has dado todo para conseguirlo, y una sonrisa se dibuja en tu cara, y también alguna que otra lagrimilla recorre tu cara cuando te abrazas con un compañero de fatiga, que sabe igual que tú lo que ha supuesto el esfuerzo realizado.


¡Dos en uno! Disfrutar de un deporte tan agradable como correr y además poder fomentar una serie de valores que no nos vienen nada mal.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Optimismo = acción


Ser optimista no es pensar ingenuamente que las cosas irán bien por si solas sin necesidad de hacer nada.

Ser optimista es una actitud que te lleva a la acción, a luchar con uñas y dientes por salir adelante de una situación que no te satisface, en un momento dado. Aquí reside el valor del optimismo, en que te lleva a actuar. O quién sabe, quizás sea al revés y sean las personas activas las que disfrutan de un mayor nivel de optimismo (el dilema del huevo y la gallina). En cualquier caso, lo contrario, el pesimismo, nos guía a la inacción, la queja y convencernos de que por mucho que hagamos, todo sequirá igual. Excusa perfecta que nos permite no reprocharnos nuestra actitud y falta de acción.

Merece la pena esforzarse por lo primero. Aunque a veces una sombra de pesimismo me nuble el día, pienso que al final siempre sale el sol.

martes, 25 de septiembre de 2012

Corre Forrest, corre!


Todo pasa demasiado rápido, pero paradójicamente cuando corres, el tiempo tiene otro ritmo. Cuando corro puedo estar conmigo mismo, dedicándome algo de tiempo. A pensar y dar vueltas a las ideas que me pasan por la cabeza, a evadirme y dejar la mente en blanco completamente o a procurar mantener el ritmo, no aflojar y llegar al tiempo que persigo. A disfrutar en definitiva.

Además me sirve para ponerme objetivos, y saber que soy capaz de alcanzarlos. Realizar un plan de entrenamiento y poner los medios para conseguir lo que quiero. Seguir un plan que me permitirá, con dedicación y esfuerzo, alcanzar la meta que me propongo. Superarme a mi mismo.

Corro porque además de ser saludable y disfrutar cuando lo hago, me ayuda a ser mejor persona. Corro porque si no lo hiciese, sentiría que he perdido algo, alguna cosa importante de mi.

Y al terminar de correr, pienso en el siguiente entrenamiento, en la siguiente carrera, en el siguiente reto, en el camino que aún me queda por recorrer.

domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Qué harías si...?

 
¿Qué harías si hoy fuese tu último día?

Es una buena pregunta que hacernos cada mañana cuando nos miramos al espejo. Es directa y nos hace recordar algo que casi nunca tenemos presente.

Nunca sabemos que nos espera a la vuelta de la esquina y hemos de ser conscientes de esto y lo que es más importante, ser conscientes de nosotros mismos. Saber quiénes somos, qué queremos, no rendirnos, perseguir nuestros sueños y nuestras metas, sin aceptar un no por respuesta, dando lo mejor de nosotros mismos, sin olvidarnos de que los demás también esperan nuestra mejor versión. Sin enfados, sin malos rollos. Porque nadie nos garantiza que mañana estemos de nuevo aquí para pedir una disculpa, para volver a intentarlo, para hacer aquello que dejamos pendiente para otro momento.

Lo que para cada uno es importante (que no urgente) reclama nuestra atención.
¿Lo escuchas?

jueves, 13 de septiembre de 2012

¡Vuelta al cole!

 
Después de un mes sin dejarme caer por el blog, ya es hora de retomar el ritmo normal y volver a escribir las ideas que durante estos días me han rondado por la cabeza. Así que comenzaré por la última. 

Hacía tiempo que esperaba la publicación en castellano del libro "Why nations fail" desde que leí la reseña del libro en la revista "Finanzas y Desarrollo" . En el libro se argumenta y desarrolla la idea del peso de las instituciones y de la política de un Estado en el crecimiento y el desarrollo económico del país, y en consecuencia de los ciudadanos. Cómo las instituciones pueden estar orientadas a garantizar la libertad de acción de los ciudadanos y su seguridad jurídica o por el contrario, orientadas a favorecer a determinados grupos y oligarquías, lo que genera desigualdad entre los habitantes de un país. Y cómo el peso de la historia es determinante en la manera en que un país elige las instituciones de las que se dota.

Las noticias casi cada día nos ofrecen ejemplos que ratifican esta idea. Sin ir más lejos el asesinato de varios miembros del cuerpo diplomático de EE.UU. en Libia, la extensión a otros países de las represalias por una película en la que se insulta a Mahoma, son un claro ejemplo de cómo la falta de instituciones sólidas y dirigidas a aumentar el bienestar de los ciudadanos son determinantes a la hora de explicar el por qué del retraso de unos países con respecto a otros. Hace poco la primera árabe era un ejemplo de cómo los ciudadanos de varios países se revelaban contra unas oligarquías que habían gobernado durante años de espaldas al pueblo. Lamentablemente parece que en el camino, parte de estos mismos ciudadanos pretenden articular nuevos Estados en los que se sustituye una vieja oligarquía por otra nueva con fuerte calado religioso, en la que sigue existiendo una clara falta de elementos de Estado fuertes y garantes de la libertad y seguridad de las personas, lo que deja paso al dominio de la arbitrariedad, el sesgo y por añadidura el retraso y la falta de bienestar.

Ejemplos no faltarán para ilustrar la idea que se desarrolla en este libro. Buena lectura!

viernes, 10 de agosto de 2012

Compromiso


En lo que hacemos, sin una buena dosis de compromiso e implicación, es difícil que podamos obtener un resultado satisfactorio. Para mi es un elemento clave. Cuando lo dejamos de lado hacemos las cosas casi de forma automática, sin concederles demasiada importancia y con desgana, lo que nos lleva directamente al fracaso o la mediocridad. Cuando existe el compromiso actuamos de forma plena y consciente, poniendo todo lo que está en nosotros, sin que exista espacio para el reproche.
 
Es la falta de compromiso lo que muchas veces nos lleva a actuar por debajo de nuestras posibilidades, a hacer las cosas para cubrir el expediente y no con la intención de hacerlas lo mejor posible, lo que nos conduce a la frustración o la impotencia.
 
Seguro que tenemos ejemplos de cómo actuamos CON y SIN compromiso. Seguro que somos capaces de analizar los resultados en una y otra situación. Seguro que vemos la diferencia de cómo nos hemos sentido con nosotros mismos en ambas circunstancias. Mira a qué conclusión llegas y dime si prefieres dejar o no de lado el compromiso como actitud clave en tu día a día.

martes, 31 de julio de 2012

Buscando arte

 
Es demasiado tiempo el que llevamos sufriendo los efectos de la crisis. Volver la cabeza hacia otro lado no es solución a nada. El método del avestruz no es en absoluto recomendable. Pero bien es cierto que entre tanta mediocridad, tanto escurrir el bulto, falta de responsabilidad y de sentido común con el que nos obsequian dirigentes, políticos, gestores, manifestantes y agoreros, merece la pena desde el punto de vista de bienestar y salud mental desconectar un poco de esa realidad que constantemente se nos muestra y que no sé quién está empeñado en hacernos pensar que es la única, obviando por error o intencionadamente que hay gente que con grandes dosis de ánimo y amor propio busca alternativas a esa realidad que vende portadas y que se empeña, mal que algunos les pese, en sacar adelante un proyecto, una idea, o un sueño.

Y para un profano en el mundo del arte como yo, nada mejor que girar la cabeza en algún momento del día hacia un libro que es una referencia desde hace décadas para todos aquellos que quieren saber alguna cosa más de un mundo que les es totalmente ajeno: "La historia del arte" de Ernst Gombrich. Creo que merecerá la pena ver desde una perspectiva diferente una realidad a la que hasta ahora no le he dedicado demasiado tiempo.

Welcome Mr. Gombrich.