miércoles, 16 de mayo de 2012

Re-programarnos


Ahondo un poco más en la idea del optimismo. Creo que fue Serrat el que dijo hace un tiempo que lo importante no es lo que nos pasa, sino la lectura que de ello hacemos. Estoy muy de acuerdo con esta idea. Una buena forma de ayudarnos a nosotros mismos en determinados momentos es buscar lo que de positivo hay en una situación. ¿De qué me servirá? ¿Qué voy a aprender de esto? ¿En qué me puede mejorar? ¿Qué nuevas perspectivas me ofrece? Y todas aquellas preguntas que queramos añadir y que nos faciliten entender la situación y sacarle el máximo partido posible, o lo que para mi es lo mismo, obtener todas las enseñanzas posibles que me permitan crecer como persona.

Esto no es nada fácil, desde luego, y requiere una buena dosis de auto-exigencia. Pero como casi siempre, la alternativa más sencilla en estos casos, la queja, las excusas, el pensar que el mundo ve en nosotros un objetivo al que molestar... no es nada constructiva. Eso sí, nos puede servir para eludir responsabilidades y no hacer nada. 

Lo primero nos lleva a la acción, lo segundo al inmovilismo y a pensar que las riendas de nuestra vida son llevadas por otros.


2 comentarios:

  1. Pues muy a mi pesar, sí que siento como si las riendas las llevaran otros, es más, que nadie lleva las riendas...cada vez más, nuestras microvidas están más a merced de las macroeconomías.
    Pero, como bien dices, hay que luchar contra el inmovilismo.

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    1. Àngels, las riendas de nuestra vida las conduce cada uno de nosotros. Bien es cierto también que hay elementos externos que influyen en nuestra "conducción", pero de nosotros depende gestionarlos. Ver los grandes problemas es interesante sin duda, pero a veces podemos correr el riesgo de perdernos en las macromagnitudes de todo tipo y utilizarlas como señuelo para justificar nuestra inacción y nuestras excusas.

      Podemos ir más allá. Tenemos que exigirNOS más.

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